La recesión económica por la que atraviesa Estados Unidos comenzó a cobrar la factura a las principales automotrices, luego de que las compañías reportaron drásticas caídas de sus ventas en ese país. Chrysler informó que sus ventas de autos cayeron 47 por ciento en noviembre, frente al mismo mes del año pasado. La atribulada fabricante de autos precisó que vendió 85 mil 260 unidades en noviembre y que sus ventas de flotas y minoristas se redujeron en 63 y 36 por ciento, respectivamente. En tanto, las ventas de General Motors se desplomaron el último mes 41 por ciento, en medio de la peor crisis financiera de su historia. La demanda de vehículos de GM se redujo a 154 mil 877 unidades en noviembre, debido “a una significante caída de la demanda de particulares y la continuada incertidumbre económica que ha impactado negativamente la confianza de los consumidores”.
También las ventas de Ford cayeron 30.6 por ciento durante el mes de noviembre. La automotriz dijo que, a pesar de la fuerte caída, su cuota de mercado aumentó con respecto al mismo periodo del año pasado, debido al descenso de las ventas de los demás fabricantes. Mientras, Honda reportó que sus ventas se redujeron 31.6 por ciento en noviembre pasado, aunque en lo que va del año la demanda de sus vehículos se ha reducido sólo en 5.8 por ciento con respecto al 2007. Igualmente, las ventas de Toyota durante noviembre se redujeron 33.9 por ciento con respecto al mismo mes del año pasado y totalizaron 130 mil 307 unidades.
PLAN DE RESCATE.
Ante ese catastrófico panorama, Ford presentó ayer ante el Congreso de EU un plan para la viabilidad de esta empresa, a fin de obtener un crédito temporal por nueve mil millones de dólares. En ese tenor, GM presentó también al Congreso un plan de reestructuración y viabilidad a largo plazo, en el que solicita un préstamo de hasta 12 mil millones de dólares necesario para mantener su liquidez.
(fuente: La Crónica de Hoy).